domingo, 6 de noviembre de 2011

CUANDO EL EXCESO DE OPTIMISMO NOS CIEGA!


                     
Los optimistas se dicen “son los que ven siempre  el vaso medio lleno”, mientras que los pesimistas “ven el vaso medio vacío”. Un optimista a menudo trata de encontrar lo bueno en todo. Esta perspectiva puede causar menos estrés, menos ansiedad, y una actitud de empoderamiento y motivación.
     El psicólogo Martin Seligman acuñó el término optimismo aprendido para explicar que la gente pueda cultivar un mayor optimismo cuestionando su diálogo interno negativo. Seligman cree que el aprendizaje de una actitud optimista es fundamental para encontrar la felicidad y una vida más saludables.
     Sin embargo, a pesar de estos beneficios, algunas investigaciones muestran que el optimismo cuando es demasiado elevado,  en ciertas situaciones puede ser perjudicial. Según algunos psicólogos, un exceso de optimismo puede llevarnos a ignorar la información que va en contra de nuestro “color de rosa” punto de vista (una especie de "sesgo de confirmación"). Esto lleva a  que algunas personas optimistas se centran sólo en los beneficios, pero al mismo tiempo ignoran los riesgos y los costos.
     En un estudio, los investigadores hicieron que los participantes estimaran  el riesgo de un evento negativo que les sucedería en el futuro, tales como el robo de automóviles o de contraer cáncer. Después de que el participante predice una probabilidad, se les informo la probabilidad estadística real que podría a sucederles  a ellos. Después de un breve descanso, a los participantes se les pidió una vez más que determinaran cuál es la probabilidad de un evento negativo en sus vidas. Lo que los investigadores encontraron fue, que las personas optimistas sólo cambiaron  sus estimaciones, cuando la información que se les dio fue mejor de lo esperado, pero mostraron una tendencia a ignorarla cuando esta era en contra de su optimismo:
      "Por ejemplo, si se había predicho que su probabilidad de padecer cáncer fue del 40%, pero la probabilidad promedio fue de 30%, que podría ajustar su presupuesto al 32%. Si la información fue peor de lo esperado - por ejemplo, si se hubieran estimado del 10% -, entonces tienden a ajustar su estimación mucho menos, como si ignorar los datos reales pudieran realmente cambiar las estadísticas".
     Estos resultados fueron consistentes con algunas investigaciones sobre el cerebro que se llevaron  a cabo también. Los investigadores encontraron que cuando a las personas les presentaron una información mejor de la que se esperaban, hubo gran actividad en los lóbulos frontales (lo que sugiere que el participante vuelva a calcular sus estimaciones). Pero cuando la información era peor de lo esperado, hubo mucha menos actividad en los lóbulos frontales, casi como si los participantes se negaran (inconscientemente) a tener en cuenta la nueva información.
     Dr. Sharot quien dirigió el estudio añade:
 "Nuestro estudio sugiere que escogemos y elegimos la información que escuchamos. Mientras más optimistas seamos, menos probabilidades habrán de ser influenciados por la información negativa acerca del futuro. Esto puede tener beneficios para nuestra salud mental, pero hay desventajas obvias. Muchos expertos creen que la crisis financiera de 2008 fue precipitada por los analistas de sobreestimar el desempeño de sus activos, incluso teniendo en la cara de una clara evidencia de lo contrario. "
    La conclusión de este estudio fue:
“No queremos hacer burla del optimismo, es muy importante para ser un ser humano floreciente. Al mismo tiempo, se debe ser equilibrado y realista. Haciendo caso omiso de la realidad puede llevarnos a algo de placer temporal, pero también nos puede herir de gravedad en el largo plazo. Tenemos que aprender a reconocer los obstáculos, riesgos y costos que vienen con la vida, sin dejar de ser confiado y optimista sobre nuestro futuro
.”
     Sé muy bien que ni a los optimistas ni a los pesimistas, este articulo  les cambiara su forma de ver la vida, solo fue presentado “a manera informativa”. Pues luego de analizarlo, se refuerza más que: la actitud ante los eventos de la vida está en cierta forma pre-destinada. Pero también es evidente que esta misma actitud puede ser “modelada”.
    Si bien ser optimista a la luz de los conocimientos actuales parece hacer más saludable y feliz nuestras vidas, se me ocurre que sin dejar de ser optimistas, deberíamos esforzarnos en ser un poco más realistas y si bien no es sano preocuparnos por eventos futuros que no se pueden predecir, tampoco es sano ni saludable, negarnos a ver cosas que evidentemente pueden comprometer nuestro bienestar a futuro
   Una vez más se impone la moderación incluso cuando de ser optimistas y felices se trata!

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