A los miembros de la llamada Oposición Venezolana, cuyos “distinguidos miembros” se están dando mordisco y dentelladas peleándose los puestos en el “Parlamento Venezolano”, ya sólo les queda el cinismo. En esto, Joaquín Leguina fue un precursor. Como intelectual inteligente, Leguina, al verse perdido y verlos perdidos, adoptó la postura del cinismo. Hace mucho que no se molesta en desmentir nada. Se limita a hacer frases. Ahora, en plena Campana Electoral, todos hacen igual, empezando por el presidente, y las frases les salen más o menos cínicas según el ingenio de cada uno.
Y uno se pregunta? Que hicieron los candidatos de la Oposición con las pruebas contundentes de que el REP está viciado, de que las maquinas de votación son manipulables, que existen montones de “Ciudadanos multicedulados” a la disposición de la maquinaria del Gobierno; las pruebas de que son montados Centros de Votación fantasma sin el control de ninguna autoridad y mucho menos de testigos de la Sociedad Civil. Solo por mencionar algunos de los muchos vicios que los procesos eleccionarios venezolanos tienen.
Acaso los llamados opositores no se dan cuenta, de que al concurrir a esas elecciones donde la ilegalidad y la trampa son una constante, solo están otorgando legitimidad al tirano de Miraflores? Es decir, están avalando una elecciones que son absolutamente ilegales! Qué porcentaje del Parlamento piensan que ganaran? Acaso ellos realmente aspiran a que su participación en ese manipulado Parlamento cambiara en algo la realidad de que “allí solo se aprueba lo que Chávez manda a aprobar” y que los demás solo “callan y otorgan”. Ya lo dijo Voltaire: La idiotez es una enfermedad extraordinaria, no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás.
Me parece cruel la falsedad con la cual, llaman a votar, sosteniendo la premisa de que esa “es la única vía posible para salir de Chávez”, cuando verdaderamente esa es la única vía por la cual es imposible salir de él”; dando de esa manera la impresión de que son grandes demócratas, prestándose a mantener la fachada democrática del régimen; y contribuyendo de esa forma con la campana desmoralizadora que tiene a los Venezolanos con el autoestima totalmente destruida. En este mundo todo está perdonando de antemano y, por tanto, todo cínicamente permitido.(M. Kundera)
Juana Frontera-Fogel
Miami, April 20, 2010
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