Existen tres
coeficientes de medida estandarizados, que tienen impacto en nuestro éxito, los
cuales son:
a) IQ
(Intelligence Quotient), Coeficiente Intelectual,
b) EQ
(Emotional Quotient), Coeficiente Emocional
c) AQ
(Adversity Quotient), Coeficiente de la Adversidad.
Durante
muchos años, la mayoría de científicos y educadores creyeron que el IQ era el
principal factor de éxito. Afirmaban que si usted tenía un IQ alto,
automáticamente estaba destinado al éxito. Daniel Goleman escribió en su libro,
Inteligencia Emocional, que la inteligencia no es suficiente para garantizar el
éxito; usted también debe tener un alto EQ. Goleman define el EQ como esa
medida hipotética que refleja la habilidad de una persona para trabajar y
simpatizar con otros, controlar los impulsos, tomar buenas decisiones y tener
una alta autoestima. Afirma que uno puede ser inteligente de más de una manera.
La gente con alto EQ tiende a destacarse en la vida real, en las relaciones, en
el desempeño laboral, en los ascensos y en las actividades comunitarias.
Goleman demuestra que muchas personas con IQ alto, fallan, mientras que otros
con IQ moderados, son exitosos. En otras palabras, el IQ puede ayudarle a
conseguir trabajo, pero el EQ lo ayudará a permanecer y destacarse en éste.
Actualmente,
se habla de uno nuevo, el Cociente de la Adversidad y es un concepto que afirma
que el IQ es genial, y que el EQ es maravilloso, pero que la determinación real
del éxito la da el AQ, pues determina cómo se maneja usted ante la adversidad.
Stoltz dice que todos nacemos con un empuje humano básico de crecer y ascender,
como subir una montaña. A medida que ascendemos, notamos que los logros no son
uniformes; habrá menos personas (y compañías) arriba que abajo. Él explica que
esto lo determina el AQ.
El AQ es el
nivel de adversidad que uno está condicionado a soportar, para ascender la
montaña y conseguir sus metas. Él dice que hay tres grupos y tres niveles de
AQ. Primero están “los desertores”, que son las personas que abandonan el
ascenso cuando los tiempos se hacen difíciles y simplemente se rinden. El segundo grupo son “los conformistas´. Estas
son las personas que empiezan a subir la montaña, encuentran un lugar adecuado,
acampan allí y terminan quedándose. Los conformistas tienden a ver el cambio
como un problema, más que como una oportunidad. El grupo final lo conforman ´Los escaladores´.
Ellos son personas comprometidas con alcanzar sus metas, vivir sus sueños y ser
todo lo que puedan ser. Entienden que el éxito no es un punto en la distancia,
sino una travesía, un proceso. Pueden caerse a medida que van por su camino,
pero continúan parándose, caminando, escalando más y más alto.
Fuente:Adversity Quotient, Paul Stoltz