Que es la
libertad?
La capacidad de
hacer lo que quiera, siempre y cuando, con eso no se le haga daño a nadie.
Bastante simple. ¿Verdad? El problema de la verdadera libertad, sin embargo, es
que siempre será objeto de ataques regulares de alguna manera. Nunca falta
alguien que piensa saber lo que es mejor para usted, y se pondrá en su camino
para asegurarse de que usted juegue de
acuerdo con sus reglas. Obligar contra su voluntad a los demás es lo contrario
de la libertad, sin embargo, siempre viene acompañado de una “explicación
convincente”.
Existen cuatro
amenazas específicas a la libertad; y la forma de responder ante ellas, hace
una gran diferencia no sólo a su propia vida, sino a las vidas de los demás.
Primera: Pérdida de confianza en sí mismo. Hoy en día, el mundo está mucho más conectado
de lo que solía ser, y esto no va a cambiar... La amenaza a la libertad viene
cuando usted pierde la capacidad de tomar decisiones sobre algo fundamental
para su vida Un ejemplo sencillo de esto
en mi vida es como dirigir mi negocio. Con el crecimiento de los negocios por
internet es necesario un desarrollador que trabaje en cosas que no me quiero
tomar el tiempo para aprender. Si yo dejara que esto se me vaya de las manos,
me vuelvo dependiente y dependeré del totalmente del desarrollador todo. ¿Y si ese
desarrollador decidió que no quería trabajar más para mí? Mi negocio se puede
bloquear y quemar.
Así que si usted
opta por depender y confiar en los demás, sea muy cuidadoso con lo que subcontrata y lo
que eso significa para su vida. Asegúrese que si estas relaciones se rompen por
alguna razón, todavía pueda ganarse la vida y cuidar de mí misma.
Construir relaciones
y depender de otros, puede hacer su vida mejor, solo hay que tener la
precaución de nos comprometer el núcleo de lo que te hace feliz y saludable.
Segunda: Responsabilizar a terceros o echarle la culpa a otros en lugar de a ti mismo.
Desde que existe
la democracia, empezamos a dejar las decisiones importantes a nuestros gobernantes;
y no es que no queramos participar, es que todo el mundo tiene algo que decir,
o criticar en vez de asumir la responsabilidad de cómo se supone que debemos
vivir.
Por supuesto,
cuando usted utiliza este ejemplo y lo aplica a la tarea de hacer reglas para su propia vida,
rara vez terminan con las que desea vivir. Peor aún, cuando se aprende acerca
de estas reglas injustas, en lugar de ponerse de pie y asumir la propia
responsabilidad, se culpa a los demás así como se culpa a los políticos
codiciosos e inmorales. ¿Y por qué no a usted mismo?
Si te gusta la
libertad y la forma en que vives tu vida, entonces es su responsabilidad defenderla,
porque nadie más va a trabajar para tu su mejor interés.
Tercera: La pérdida de valor (En defensa de lo que es correcto)
Es un hecho
cierto que cada día las personas que
están a tu alrededor en un momento de
gran necesidad, tienen menos probabilidades
de conseguir ayuda. Esta es una situación psicológica, y no
hay mucho que se puede hacer al respecto.
Usted tiene el
control sobre cómo reaccionar ante el mundo que le rodea, pero no puede cambiar
la forma en que otras personas viven sus vidas. Establecer un buen ejemplo es
suficiente.
Con los sistemas
que hemos construido para cuidar el uno del otro, y mantenernos a salvo,
empezamos a sentir que no es
nuestra propia responsabilidad ayudar a
otros. Ya tienes suficiente en su propia
vida de qué preocuparse.
Pero si usted
pierde el valor de ayudar a otros en su momento de necesidad y para defender lo
que es correcto, que poco a poco pierde también su libertad. Cuando se depende
de un sistema administrado por terceros destinados a cuidar de las personas que
te rodean, que, a su vez, dependerá de ese sistema y cuando necesite ayuda. Y,
finalmente, los sistemas siempre están controlados por alguien que se preocupa
más sobre ellos que sobre usted.
Se ha dicho que
lo único necesario para el mal para prevalecer es que la gente buena no haga
nada. Para mantener su libertad en el largo plazo, usted tiene que estar
dispuesto a defender lo que es correcto y al mismo inconveniente. Usted tiene
que mantener su valor y dar un buen ejemplo para que otros puedan emular.
Cuarto: El malentendido de los principios de la libertad
El principio
de libertad nos permite vivir nuestra
vida como mejor nos parezca, sin interferencias. Pero cuando no respetamos este
principio, no hay respeto por la
libertad de los demás.
La idea de
prohibir cosas, en general, es bastante opuesto a los principios de libertad. Es imposible ganar más libertad para ti
quitándosela a otra persona. Para proteger la libertad en su propia vida,
tienes que entender de una manera que también lo protege en las vidas de los
demás.
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