jueves, 10 de febrero de 2011

COMO SON LAS COSAS ENTRE MADRES E HIJAS

Dedicado a todas las madres e hijas que amo

Mi hija adolescente es maravillosa. Está terminando el High School con excelentes calificaciones, lo cual le abrirá las puertas de las mejores Universidades; no bebe, no fuma, ni siquiera se hizo un tatuaje! Es una hija que cualquier familia estaría feliz de tenerla, como hija, como nieta, como hermana, como amiga de sus amigas, preocupada por los demás y con un compromiso claro con el mundo.

Y entonces? Que nos pasa? O quizás mejor pregunta sería que nos paso? En qué momento aquella dulce niña siempre pegada a mí como un chickle, se transformo en un ser humano completamente inmersa en su mundo. Entra y sale de la casa después de sus clases y/o actividades, sonríe y solo murmura un “hola” metiéndose de inmediato a su cuarto, de donde solo sale a comer o a volverse a ir apurada cargada de sus maletines llenos de cuadernos, libros y demás enseres. Regresa y la misma rutina, sonrisa, hola y de regreso a su cuarto donde se planta frente a la computadora con sus audífonos. Está cansada, quiere distraerse, hablando a través de Facebook, Twitter , Messinger o cualquier otro medio con sus amigos o se pone a ver películas a través del mismo medio. Pobre de mí si se me ocurre interrumpirla! Mis preguntas (interpretadas como tontas, por su expresión), de cómo estás? Como estuvo tu día? Que tal el colegio? Que tal fulanita? Etc., solo reciben respuestas de “Bien” “nada nuevo” o similares. No pretendo ser su amiga!!!! Solo quisiera que me contara “cualquier cosa” En ningún momento pretendo saber de novios, planes, miedos o deseos (eso sería demasiado esperar) simplemente quisiera se tomara la molestia de responderme con la primera tontería que se le pase por la cabeza y reírnos juntas….

Según mi madre, no pasa nada. Es lo mismo de siempre. Ella ya lo sufrió cuando yo, a la misma edad, me encerraba en mi cuarto y según dice, lo mismo le sucederá a mi hija cuando ella tenga una hija con la misma edad. Es que las relaciones entre mujeres son complicadas; y no solo entre madre y adolescente. Para ejemplo me atrevo a mencionar la ultima ve que mi madre (80 anos muy bien llevados) y yo (en la middle age) tuvimos una discusión por una de esas tonterías de todos los días, la cual termino con un: “es que nunca la pego contigo” de mi parte y un “ni yo tampoco” de ella. Siempre o casi siempre (para ni herir susceptibilidades) entre madres e hijas, después de la adolescencia hay una “tensa relación”

Es igual con los padres? No! Qué va! Ellas son sus niñas. Con los papas hablan, incluso en plena adolescencia y también al llegar a la juventud, ese instante que creen eterno. A los hombres, las hijas siempre (o casi siempre) los miran con buenos ojos. En cambio entre nosotras, se establece una barrera forjada por el desinterés, la competencia o el deseo de no parecerte “jamás” a tu “querida madre” Dios me libre!! Solo de pensar que me puedo parecer a ella!....Seré diferente y única!. Todas lo intentamos en algún momento. Hasta que un día, generalmente después de pasar la barrera de los 40, te miras en el espejo y ves el mismo gesto, esa misma sonrisa irónica que siempre odiaste….Bienvenida a la realidad querida hija: Ya eres tu madre!! Jajajajajajaja

Juana Frontera- Fogel

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